“La Luz en la Arquitectura, Mas allá del conformismo y el reglamento”

Reseña escrita por el Arq. Bryan André Rodriguez Santos

Es un error pensar que la iluminación natural es solo parte de una exigencia reglamentaria, y es que muchas veces vemos este hecho como un obstáculo de diseño, y creemos que si cumplimos con el mínimo admitido nuestra arquitectura será mucho mejor, porque tendremos más espacios para ejecutar más ambientes, y ¡Sí! ¡Esto es un error!, pero solo para aquellos que se conforman con entender que la luz natural es solo un aspecto ambiental positivo para la calidad de un espacio, y es que la verdadera función de la luz va mucho más allá del mero hecho de que es un elemento natural de “iluminación”, o tan siquiera una justificación de áreas libres sin sentido, camuflados con una intención de “paisajismo”, un claro ejemplo de esto son las residenciales privadas, los centros deportivos, las clínicas de salud, las viviendas multifamiliares, etc. Pero entonces ¿cuál es la verdadera función de la luz en la arquitectura?
Le Corbusier alguna vez dijo, "Espacio, luz y orden. Esas son las cosas que los hombres necesitan tanto como necesitan pan o un lugar donde dormir", y es que la luz desde las época romana con Vitrubio e incluso mucho antes, fue catalogada como un regalo de la naturaleza y una virtud divina de la tierra, un pensamiento que con los siglos fue madurando hacia un motivo mucho más artístico, donde la luz representaba la fuerza de calidez y vida del ser humano, ya vemos a muchos pintores como Salvador Dalí, René Magritte o Amadeo Bocchi, los cuales a través de su arte representaban los paisajes y personas de la época en completa gama de luces y colores, representaciones que más allá de tomarse como una invención del artista, era una precisa representación de lo que en realidad ve el ser humano día a día, y es que nuestros ojos debido al juego de luz y sombra podemos diferenciar los objetos en tres dimensiones, y de esa manera acercarnos a la misma realidad en la que vivimos, es por ello que es importante que la arquitectura, para ser una realidad, tienen que verse en sus tres dimensiones, por lo cual es necesario la luz natural en todo la conceptualización del mismo, sin embargo hace falta un concepto más, para la correcta inclusión de la luz en la arquitectura, y ese es el carácter, es decir, la fuerza que la luz debe representar con la arquitectura; sabemos que si hay luz también habrá sombra, entonces es este juego de complementos el que le da un carácter a la arquitectura, con ello no solo hablo de los espacios, volúmenes y aberturas sino también del material en el cual es clave para poder generarlo, y es que la luz se convertirá a través de este en una piel de vida, con temperatura, con sensaciones , hasta con expresividad, Tadao Ando es un arquitecto que ha sabido aplicar esta idea en sus obras, pues para él la luz es un agente participativo para con la expresión de un objeto arquitectónico, tal como en la pintura, la luz en la arquitectura hace su participación en el uso de los colores y luces en el atmosfera no solo en el interior del objeto sino también en su papel en el exterior del edificio, por lo cual no es tan solo un elemento que justifique una ventana, sino uno de los protagonistas más sensitivos del diseño arquitectónico; La catedrales e iglesias han sido buenos referentes de análisis de la luz aplicada en la arquitectura, otro podría ser el Panteón Romano y su gran abertura de la fachada, o hasta las mismas obras modernas, El pabellón de Barcelona y las Termas de Vals son buenos ejemplos a estudiar el fenómeno y las bondades de la luz y las sombras en la arquitectura.
Sin embargo hoy en día la preocupación del arquitecto por el uso de la luz no es más que un mero suceso reglamentario, muchas veces nos enseñan que usar el vidrio de forma indiscriminada o tener más áreas ocupadas para vender más es lo correcto, nada más alejado de la arquitectura que necesitamos. Situaciones que nos alejan de la verdadera importancia de la calidad en la arquitectura; sucesos como lo pasado en el Edificio Seagram de New York que a pesar de ser un hito de la arquitectura moderna, no es posible ser usado debido a sus incapacidades atmosféricas y de confort, no debería pasar más hoy en día, y aunque si bien es cierto la modernidad y contemporaneidad están fijados más en el uso ecológico y las innovaciones, debemos tener presente que las sensaciones visuales y confortables se pueden logran también con la luz natural, pues es un óleo que ya nadie quiere usar para pintar, pero que se usó para hacer obras maestras en algún momento; en lo personal siempre me ha fascinado como se usa la luz en las catedrales e iglesias, como llena la atmosfera de asombro e impacto a los ojos del espectador, es algo maravilloso, pero que por desgracia son sensaciones que no eh vuelto a sentir en otros edificios, es por ello que me parece importante tratar sobre este elemento, no dejemos que el conformismo nos niegue las posibilidades de crear también nuestras propias obras maestras.

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