Reseña escrita por el Arq. Bryan André Rodriguez Santos
Luis Barragán es posiblemente uno de los arquitectos e ingenieros más sobresalientes de Latinoamérica, conocido muchas veces por haber ganado el Pritzker en el año 1980, o por quizá ser un referente de la arquitectura moderna mexicana en los años 50’ y 90’, ya sea por una forma u otra, es imposible al día de hoy decirles que este hombre no cambió la forma en la que entendíamos la arquitectura, y es que es más, podría incluso decir que este fue un predecesor de la nueva ideología de conceptualización y expresión de la arquitectura contemporánea, sin embargo todos estos logros quedan plasmados en la historia y las páginas de arquitectura como una muestra más del trabajo de un referente de la arquitectura moderna, y sus obras como unos objetos a los que debemos visitar y marcar el conocido registro fotográfico para así decir que aprendimos en el proceso de la excursión, ¿Pero que hay más allá de esto? ¿Por qué es que Luis Barragán tuvo y tiene esa gran importancia para la arquitectura actual? ¿Acaso sus obras solo representan bonitos colores y sus jardines una representación del estilo francés? Estas son preguntas que me hacía mientras veía algunos documentales y notas sobre la vida y obra de este ilustre arquitecto mexicano, sin embargo caía siempre a la idea que muchos lo veían como una persona que generó su arquitectura inspirado en Europa resaltando sus guiños y diseños a la arquitectura española y africana, que aunque cierto es en sus primera etapas, este arquitecto pudo generar una arquitectura única mediante su filosofía y sus convicciones a lo largo de los años, una arquitectura que más allá de ser solo volúmenes de concreto y formas regulares toscas, inicio la búsqueda y consolidación de una arquitectura de sitio, una arquitectura que representara sus ideales y el lugar de donde venia.
Cuando hablamos de arquitectura sabemos que existen muchas formas de expresar este término, sin embargo la forma en la que lo hace Barragán me parece sumamente esplendido: “Cualquier trabajo de arquitectura que no sea capaz de expresar serenidad es precisamente un error” y es justamente esta palabra “Serenidad” la que en mi opinión representa la arquitectura de Barragán; como habrán visto en el título de esta reseña considero que las obras y los pensamientos de este arquitecto han sabido sobresalir mucho más del simple objeto arquitectónico común, y esto creo es debido a la sensibilidad del mismo diseñador, lo vemos por ejemplo en la Casa Gilardi en la ciudad de México, un obra en la que la serenidad mencionada por Barragán se hace presente, y no solo por que lo dice sino por que se siente, muros blancos y de colores, el uso de la luz y las esculturas generan que esta composición llegue incluso a ser de un carácter poético, o como por ejemplo en la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias también en la ciudad de México, donde el manejo de la luz y las sombras hacen de esta obra un epicentro de sensaciones místicas y espirituales, situaciones que muy pocas veces se han vuelto a ver en otro objetos arquitectónicos, además de muchas otras esplendidas obras de Barragán; cada una de ellas considero que poseen una fuerza sensitiva muy grande, regalándonos de esta forma no solo un paralelepípedo sino una vivencia especial, un espacio de aprendizaje y de encuentro con uno mismo, donde la naturaleza se hace presente y donde esta misma se adentra en nuestra vida a través de la arquitectura, detalles en sus ventanas, el uso de los colores y los materiales que usa el ingeniero son sumamente interesantes, una muestra en mi opinión sobre la catedra de la verdadera y buena arquitectura; y es que estas son las situaciones que debemos saber reconocer en sus obras, características especiales que hicieron de su legado algo trascendental y del cual deberíamos estar aprendiendo constantemente, observar, analizar, descubrir y adoptar son los pasos fundamentales para saber entender sus obras, por ello es que es un maestro, cientos de detalles y una fuerza creativa inmensa, escenarios como si de efecto de fotografía se tratasen y una adopción de los elementos naturales tan delicados que son maravillosos de observar y de convivir aún más, sin duda un maestro de la arquitectura latinoamericana y mundial.
Sin embargo se también que habrá muchos colegas que no compartan esta opinión sobre Barragán, pues es uno de los referentes más vistos del habla hispana, y claro entiendo su desacuerdo, pero no podrán negar la gran influencia que este maestro ha tenido con la arquitectura actual, y creo que para bien, la conciencia de hacia quien diseñamos y en donde lo hacemos es lo que hemos aprendido del él y muchos otros maestros, no perdamos esta intimidad con nuestros usuarios, hagamos de nuestra arquitectura una muestra no solo de un objeto tridimensional sino de una muestra de expresión viva y asombrosa, hagamos de la arquitectura futura una que sea libre de verse y sentirse, de incluso escucharse y enamorarse.
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