Reseña escrita por el Arq. Bryan André Rodriguez Santos
Como bien he señalado en muchas reseñas, la importancia de un concepto arquitectónico esta siempre ligado al criterio y la forma en la que un arquitecto plasma sus ideas a la realidad, y es que muchas veces esta situación no es de relevancia para los profesionales del rubro, por lo que en aquellos lugares donde encontramos arquitectura buena y bien pensada, también encontraremos aquellas que sean malas y hechas a la deriva como si de un barco naufragando se tratase; y es justamente a esta última situación a la que apuntare en esta ocasión. El término calificativo correcto según el arquitecto moderno Luis Miro Quesada Garland es el de “Arquitectura Parásita”, un termino que me parece acertado pues se ha demostrado que estas solo sirven como un elemento dependiente y destructor de la propia arquitectura original, para los que no entiendan que es una “Arquitectura Parásita”, Garland hace referencia a aquellos elementos sustractivos y absorbentes sobre un plano o masa volumétrica, en otras palabras, son aquellos elementos que debiendo ser una parte del todo, terminan actuando como el todo de esa parte, un fenómeno que no podemos ignorar y por el cual pasamos muchos al momento de diseñar, tales situaciones en las que predominamos por ejemplo grandes escaleras en las fachadas, o situamos los volúmenes de servicio como si estos fuesen los protagonistas de nuestra arquitectura, es a estos fenómenos a lo que le llamamos elementos parásitos, y aunque la arquitectura está abierta a diferentes formas de plantearse, ninguna debería ser malformada por un mal hábito que no nos enseñaron a corregir, mal que degenera al final la verdadera arquitectura que podríamos hacer; con esto no quiero decir que no debemos ubicar o sobresalir elementos secundarios en nuestros diseño, sino que debemos prever la forma en la que podemos hacerlo, fijándonos en aquello que es nuestra arquitectura original, y ese todo al que estamos amarrados, un ejemplo de esto sería el centro Pompidou de los arquitectos Piano y Rogers, un edificio que sobre sale por su gran escalera, pero que está pensado en relación a su materialidad, haciendo así que todo sea parte una sola idea, mezclándolos y unificando así su propia composición, sin quitar el hecho del elemento en su fachada, una estrategia buena en mi opinión, que a la larga le genero a su arquitectura una capacidad mayor para sobresalir, no por nada es muy reconocida a nivel mundial, y así como este existen muchos otros ejemplos, ya sea con Zaha o hasta Le Corbusier; en mi opinión creo que la arquitectura parasita debería ser erradicada de nuestros trazos, es un mal habito que nos ha llevado a perder muchas veces la esencia de la verdadera arquitectura, pues son errores de diseño que han destruido y degenerado edificios de la ciudad, dotándolos de una imagen absurda y afectando a la imagen que una ciudad debería tener, sin embargo también creo en la capacidad del arquitecto para saber dar vuelta a este mal hábito, y habrá mucha arquitectura que lo demuestre, solo depende del profesional, y de la capacidad que tenga para exponer su arquitectura y como esta se demuestra como un BUENA ARQUITECTURA.
*Esta es una reflexión propia, se acepta y respeta diferentes posturas sobre el diseño y la identidad arquitectónica, siendo la arquitectura un campo abierto para la difusión de ideas y perspectivas.
-Fuente:
Museo Real de Ontario, en Toronto, Canadá
En este ejemplo la absorción de la nueva arquitectura genera un fenómeno parasitario
En este ejemplo la absorción de la nueva arquitectura genera un fenómeno parasitario
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