Reseña escrita por la Arq. Minerlava Alexis Cabana Ñaño.
En principio, quisiera cuestionarte, ¿Cuánto tiempo necesitas para formular la idea principal de un diseño? Es posible que existan muchas posibilidades abiertas, para algunos diseñar un proceso de idea puede tomar más tiempo que a otros; sin embargo, toda idea siempre se encamina hacia un objetivo. Pero, naturalmente, el problema surge cuando nuestra capacidad de edificar y diseñar es limitada por el tiempo, y el valor social que recibimos a cambio no encaja en los estándares y resultados que quisiéramos conseguir. Frente a ello, se presentan una serie de conflictos en nuestros pensamientos en cuanto al concepto del tekton y el concepto arquitectónico del proyecto; puesto que, aceptar la posibilidad de renovarse y reinventarse implica que nuestras habilidades exploren otras formas de percibir la arquitectura, el diseño y el objeto y, por ende, el impacto que genera en un proyecto debería ser significativamente aceptable desde el primer trazo en el papel; nos referimos a una idea, ¿Cuánto cuesta tu idea?. Sí, efectivamente, tu valor es incalculable.
Ahora bien, en esta reflexión considero destacar el concepto de dos vocablos importantes, qué desde mi punto de vista aparentemente son similares pero heterogéneos al momento de discernir las posibilidades de diseño. Mientras que el concepto del Tekton, sin asumir una estructura compleja y desde un análisis meramente personal, hace referencia al concepto propio de un arquitecto, el cual se sustenta en un argumento autodidacta que se ha forjado a través de la experiencia y conocimientos externos; el concepto arquitectónico, es propio de la arquitectura, el cual es el resultado de una serie de formas y técnicas que permiten que una idea materializada en un boceto, sea parte del inicio de un proyecto. La pregunta que surge es obvia: ¿Por qué en determinadas situaciones continuamos minimizando la idea?, quizás, ahora más que otros tiempos es más importante el resultado que el proceso, es más importante las pieles externas del edificio que su estructura, su composición conceptual y su esencia arquitectónica. Luis Miró Quezada decía que la luz constituye también un elemento de la forma y espacio arquitectónico, lo cual es cierto, pero mediante un corto análisis sabemos que la luz, para que tenga un impacto armonioso en el objeto, primero fue un boceto, el mismo boceto, fue un concepto y el concepto fue una idea engendrada en el pensamiento del tekton.
Por ello, tanto el concepto del Tekton y el concepto arquitectónico, no debería ser minimizado, todo lo contrario, debería tener un valor social considerable. Una idea siempre está en un constante cambio e incluso cuando el proyecto está en la etapa cuatro, por ende, el proceso es una ida y vuelta constante para obtener un producto de calidad para el ser humano. Desde el análisis de la función del espacio, la orientación de sol y los vientos, hasta la razón de ser de la forma, requiere un tiempo de investigación, análisis y juicio crítico, lo cual no es valorado por la sociedad en muchos casos, forzando a crear una generación de arquitectos que obvian los más importante en el diseño, el concepto.
*Esta es una reflexión propia, se acepta y respeta diferentes posturas sobre el diseño y la identidad arquitectónica, siendo la arquitectura un campo abierto para la difusión de ideas y perspectivas.
¿Cuánto tiempo necesitas para formular la idea principal de un diseño? Es posible que existan muchas posibilidades abiertas, para algunos diseñar un proceso de idea puede tomar más tiempo que a otros; sin embargo, toda idea siempre se encamina hacia un objetivo.
0 Comentarios