Reseña escrita por el Arq. Bryan André Rodriguez Santos
Si bien es cierto, esta no es la primera vez que escribo sobre el muralismo, pues con anterioridad ya había expuesto los trabajos de artistas como Xomatok, Jade Rivera, Entes y Lucia Coz, artistas peruanos dedicados de lleno a este arte, un arte que es muchas veces infravalorado y hasta juzgado por diversos prejuicios mal implantados, pero que sin duda tienen una gran repercusión para el lugar donde se realizan, es por ello que en esta ocasión tomare una postura mas desde fuera de la investigación puntual, y expondré las razones por las que considero que este arte es importante para la ciudad, y sobre todo para la población.
En el urbanismo y en la arquitectura en general, decimos que la ciudad es un “ser vivo” pues este se mueve, respira, siente y piensa, un termino totalmente justificado; un ser vivo que cada día crece más y más, llegando a albergar todo tipo de personas, de culturas, de tradiciones, generando así una amalgama que muchas veces no se logra identificar y que se pierde en medio de la confusión, algo natural pero no correcto, pues la cultura es la identidad del ser humano, y esta no debería quedar en un segundo o tercer plano, un fenómeno que sucede en el mismo cuerpo vivo, un ser vivo llamado ciudad; y aunque para hablar de la ciudad tendríamos que tener presente muchas situaciones, no podemos negar que siempre está en constante cambio y transformación, por lo que la perdida de la cultura autóctona es cada vez mayor; sin duda un problema grave que nadie le quiere poner atención, a excepción de estos artistas.
Los muralistas creo yo son artistas incomprendidos en la sociedad, y me refiero a ellos como muralistas y no grafiteros en si porque, a diferencia de estos, los muralistas buscan dar un mensaje mediante sus ilustraciones, mensajes que junto a su distintiva ejecución, los hacen auténticos; y es que existe muchos tipos de muralistas como lo pudimos ver en reseñas anteriores, pero hay algo que los relaciona, y este es “la ciudad”, la misma de la que hablamos hace un momento, pues en medio de ese caos y ruido que nosotros percibimos, ellos ven la inspiración hecha materia, ven a la ciudad como ese lienzo donde expresar esa inspiración; desde madres indígenas hasta animales salvajes de nuestra fauna, desde niños en pobreza hasta los personajes mas ilustres de la sociedad, a la par de muchos otros que son tomados como el mensaje de sus obras, obras que sin duda están cargadas de un gran contenido cultural, que nos representa y recuerda a la pasar por las calles, de donde venimos y lo que somos, aquel pueblo con culturas tan distintas y a la vez única que no pudimos notar; y esto claro es un valor que estos artistas generan con sus obras, desde los murales más pequeños hasta los mas grandes, todas las obras llevan consigo una particular forma de ser plasmadas, ya sea en muros de casa, en negocios, en edificios antiguos o hasta en postes de luz, estos artistas le dan color a esa sociedad “sombría” a la que creemos pertenecer, de forma sencilla y delicada nos traen su arte como un recordatorio quizá de lo que significa ser peruano; parafraseando a Entes: “Quiero que nuestro arte llegue a todas las personas, y dejemos de pensar que el arte solo está en un museo para la gente de elite”.
Es por esto que creo que son importantes, y aunque se muy bien que mucho no lo comparten, considero que este arte nos trae esa belleza hasta nuestras casas, de forma sincera y esplendida, que, aunque parezca extraño, yo preferiría ver una obra de arte en un muro, antes que una publicidad política. Debemos acercarnos más a entender cuáles son nuestras raíces, raíces que no son las mismas muchas veces, pero que nuestro hogar (la ciudad) alberga cada vez más, y es que nosotros como ciudadanos o pobladores debemos entender mejor el lugar donde vivimos, para así entender que debemos cuidarlo, y yo creo que estos artistas aportan a esta idea, por lo que valoro en gran medida sus obras, más allá de lucrar o hacer un negocio, estos artista buscan que la cultura sea la muestra exacta de nuestra alma plasmada de aquellos fríos muros que solemos ver cada día. Inspirador realmente.
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-Fuente:
Arq. Bryan Rodriguez Santos |
Co-Fundador, encargado de publicidad y Revisión de contenido para Lo-fi Magazines.
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