Reseña escrita por la Arq. Minerlava Alexis Cabana Ñaño.
Durante los últimos años hemos sido definidos por una arquitectura contemporánea, que ha sido pensada a través de líneas, bocetos y principalmente mediante la escala humana. Asimismo, sabemos que pertenecemos a un territorio potencialmente enriquecido y que el diseño de la ciudad urbana y rural debe estar anexo tanto al patrimonio cultural y natural. Considero que, el espacio es irreconocible y no es identificable solo hasta el momento en que nos apropiamos de su infinidad y creamos ritmo, equilibrio e historias, a través de la arquitectura; por ello es fundamental considerar la relación entre el espacio incógnito o no reconocible y el patrimonio cultural - natural de un lugar, dando por resultado un espacio arquitectónico que es capaz de brindar diversos servicios que aportan solución a las necesidades de la gente y es determinado por su función dentro del contexto. Sin embargo, el problema surge a medida que se desarrolla “el sentido de observación”, podemos ver que los nodos, sendas y el espacio público de un lugar que fueron destinados para ser parte de un conjunto territorial, en su mayoría suelen ser invadidas por zonas comerciales informales, otros usos o podemos observar edificios aislados exentos de su propia naturaleza que únicamente funcionan para sí mismos. Probablemente, una ciudad es el reflejo de ¿Cómo viven sus habitantes?, ¿Qué necesitan? y hacia ¿Dónde se dirigen?; no obstante, la responsabilidad se sustenta en nosotros mismos, como profesionales y personas comunes que compartimos las mismas necesidades; dado que, es posible educar culturalmente a una comunidad a través de la arquitectura y hacer que sean conscientes de lo que tenemos, valorar nuestra tierra y el mismo entorno. Oportunamente, pude comprender el trabajo de la arquitecta Chilena Cazú Zegers, y quisiera empezar antes de exponer su valioso trabajo con una frase importante, que considero es clara y precisa para poder entender el rol de la arquitectura: “La arquitectura nace del lugar y de la gente que habita”, tal como señala la arquitecta Zegers, es importante entender los problemas vitales de un lugar; puesto que, la arquitectura no únicamente desarrolla una composición dentro del objeto arquitectónico, sino que además establece las relaciones espaciales en el exterior, no siendo ajena a su entorno natural o cultural, las cuales son participes de las diferentes formas de habitar del ser humano. Para la arquitecta Cazú Zegers, estar en contacto con la vida real, observar desde el contexto mediato a inmediato y pre-analizar desde un punto de vista con un propósito es importante. Asimismo, expone lo fundamental que es salir de las típicas clases tradicionales para dar lugar a un estudio minucioso en contacto con la realidad. Y es cierto, un problema que sucede a menudo es la estructura educativa que nos enfrentamos constantemente en los laboratorios de arquitectura. Considero que la arquitectura debería ser analizada y examinada no solo como una disciplina sino como parte de un proceso consecutivo de diferentes etapas para mejorar la calidad de vida y generar el cambio. Proyectos tales como: La casa Haikú o Casa esmeralda, son proyectos referentes útiles desarrollados en un contexto no tan diferente a otro territorio , porque está dentro de Latinoamérica y compartimos realidades similares; asimismo, nos ayudan a repensar la arquitectura desde otra perspectiva, ya que exponen una composición arquitectónica simple e interesante, las cuales se integran con el paisaje natural desde el interior de la vivienda, a través de sus materiales en piedra o madera, luz natural y espacios que albergan una manera diferente de habitar, “Habitar desde el suelo – tierra natural”. Muchas veces intentamos imitar la imagen arquitectónica de algunos países europeos sin entender el contexto donde vivimos, pero sabemos que la arquitectura contemporánea latinoamericana es diferente, cada lugar se diferencia, por su cultura, su idioma, su historia y su origen. Cada proyecto desarrollado por la arquitecta Cazú Zegers, está pensado a través del territorio y el patrimonio a largo plazo, así como en los eventos naturales que suceden en un espacio físico, considerando ¿Qué es lo que queremos dejar a las futuras generaciones? En todo ser humano hay grandeza y en la naturaleza también; puesto que, nacemos de tierra y regresamos a tierra. Por lo tanto, es necesario entender el comportamiento de nuestro territorio, conformación del paisaje y las riquezas andinas que cada lugar ofrece.
*Esta es una reflexión propia, se acepta y respeta diferentes posturas sobre el diseño y la identidad arquitectónica, siendo la arquitectura un campo abierto para la difusión de ideas y perspectivas.
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CASA ESMERALDA - CAZÚ ZEGERS
LA CASA ESMERALDA, nos ayudan a repensar la arquitectura desde otra perspectiva, ya que expone una composición arquitectónica simple e interesante, las cuales se integran con el paisaje natural desde el interior de la vivienda, a través de sus materiales en piedra o madera, luz natural y
espacios que albergan una manera diferente de habitar.
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